Turismo

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El Seibo, una de las cinco provincias creadas por la primera Constitución dominicana (1844), está ubicada en la parte oriental de la República Dominicana. Se limita la norte con el Oceano Atlántico (Bahía de Samaná), al sur con las provincias San Pedro de Macoris y La Romana, al oeste con la provincia Hato Mayor, y al este con la provincia Altagracia.

Este provincia cuenta con dos municipios Santa Cruz de El Seibo y Miches.

Originalmente, El Seibo formaba toda la parte oriental de la Hispaniola, incluyendo la península de Samaná. Pero pronto se redujo la provincia tras la creación de las nuevas provincias.

Las principales actividades económicas de esta provincia es el cultivo de la caña de azúcar y la cría de ganado vacuno para la producción de carne y productos lácteos. En la parte norte, se destaca la pesca y el turismo.

Gracias a sus bellas playas, el municipio de Miches es ampliamente reconocido como la zona turística de El Seibo, atrayendo a miles de turistas nacionales e internacionales cada año.

Para amantes del turismo de montaña y el senderismo, pueden disfrutar de los atractivos naturales cerca del distrito municipal de Pedro Sánchez que incluyen las cascadas Salto Grande y Salto Cucuyo, sus llamativas lagunas y las cuevas donde antiguamente los indígenas tainos habitaban.

Durante las fiestas patronales de Santa Cruz de El Seibo en el mes de mayo, se realizan corridas de torros en la plaza La Barrera.

La provincia ya existía como división territorial antes de la Constitución en 1844, y la ciudad fue fundada en 1502 por Juan de Esquivel, un conquistador español. Más tarde, el lugar fue testigo de una de las batallas de la reconquista española en 1808 frente a las tropas francesas.

En El Seibo se encuentra la basílica de la Santísima Cruz, de estilo victoriano, que data del año 1556. Es de visita obligada esta antigua iglesia y las valiosas reliquias que contiene en su interior que llegan a remontarse a los siglos XV y XVI.

La zona es especialmente interesante para los amantes del deporte de montaña y del turismo ecológico, los cuales tendrán la oportunidad de practicar una amplia variedad de actividades gracias a la cercanía de las montañas en que se encuentra el nacimiento del río Seibo. No pierdas la oportunidad de visitar alguno de los balnearios que acoge el río que da su nombre a la provincia.

Al norte de la provincia se localiza la reserva científica de las lagunas Redonda y Limón, donde se pueden observar multitud de aves y otros animales que viven en la zona protegida, además de poder contemplar los magníficos paisajes que les rodean.

Muy cerca de las lagunas, los visitantes tienen la oportunidad de ver uno de los típicos pueblos dominicanos y formar parte de la vida cotidiana de los vecinos de Miches, una pequeña localidad pesquera que merece la pena visitar.

En nuestro municipio cabecera tenemos estos lugares que animamos visitar:

Monumento Batalla de Palo Hincado 

Comencemos con este monumento levantado en honor a Juan Sánchez Ramírez y los criollos que en noviembre de 1808 derrotaron a las tropas napoleónicas dirigidas por el general Louis Ferrand en la Batalla de Palo Hincado. Ahí se marcó la reconquista de la Colonia de Santo Domingo ocupada por los franceses desde noviembre de 1802.

Actualmente es el primer monumento en esta ruta turística ubicado tres kilómetros antes de llegar a la ciudad. Está dedicado a Sánchez Ramírez quien en esa gigantesca piedra que allí se alza, habría cercenado la cabeza de Ferrand al derrotarlo.

La Cruz de Asomante turismo en el Seibo

La Cruz de Asomante ubicada en lo que es hoy el barrio Los Hoyitos en la entrada oeste de la ciudad. Un signo de la tradición arquitectónica española de la Edad Media que llevaron a sus colonias para proteger a los poblados de los malos espíritus. Queda allí la cruz de hierro, una forja colonial ahora en un cuerpo de cemento donde antes estuvo su columna de mampostería en piedra, ladrillos y amalgama y sobre la que los visitantes ya no arrojan las piedras pequeñas que a estos monumentos se lanzaban como costumbre al llegar a una ciudad.

Plaza Cultural Manuela Diez Jiménez en el Seibo

La Plaza Cultural Manuela Diez resume muchos capítulos de la historia seibana y se ubica en el casco histórico de la ciudad.

En esta plaza se conjugan varios monumentos, pero el principal es el de aquella mujer que lleva de manos a un niño,  Manuela Diez, la madre del prócer Juan Pablo Duarte, nacida en Santa Cruz del Seibo el 26 de julio de 1786.

Primer Grito de Independencia de la República Dominicana

En la Plaza Cultural Manuela Diez Jiménez hay un monumento muy simbólico. Se trata de un trabuco que apunta al firmamento. Esta escultura recuerda que el primer grito de independencia para crear la República Dominicana se lanzó en el Seibo el 25 de Febrero de 1844. Este fue el primer territorio que se declaró libre del dominio haitiano dos días antes de ser proclamada definitivamente la independencia en Santo Domingo, la capital dominicana.

Honor a los Atabales entre los atractivos de El Seibo

Las fiestas de atabales mezclan lo mágico y lo religioso de la dominicanidad y recuerdan que este pueblo caribeño viene del crisol que conjugó aborígenes taínos, españoles y africanos.

El folclor y las vivencias del pueblo seibano se recrean en el monumento a los atabaleros. Como bien señala el ingeniero Yamel Martín Valera Castillo, director ejecutivo del Consejo de Desarrollo Ecoturístico de la Provincia de El Seibo (CODEPRES), se trata de una provincia rica en folclor ya que posee y mantiene vivos la música y bailes auténticos como los atabales, el balsié y otros ritmos y ritos fruto del sincretismo de las culturas española, taína y africana que se conjugaron para parir la dominicanidad.

Corridas de Toros parte del turismo en el Seibo

Una fuerte muestra de la herencia española en la tradición de los toros seibanos pero que no incluye rejoneadores ni banderillas ni sacrificios de los animales como los sevillanos. Por ello en la Plaza Manuela Diez Jiménez se levanta este monumento a los toreros y a los toros seibanos.

Esta tradición nació ligada a la religiosidad pues desde 1880 se crea la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz, patrona de El Seibo, incorporando a las fiestas patronales la fiesta taurina al estilo de Sevilla, sin matar a los animales.

De las columnas al Parque Juan Sánchez Ramírez o de los cañones de El Seibo

La antigua plaza pública del Seibo data del 1755 levantada en el centro de la antigua ciudad colonial y comenzó a llamarse Plaza de la Columna porque fue lo único que quedó completa de la primera iglesia seibana. En el año 1935 se reconstruye el parque bajo el nombre de General Juan Sánchez Ramírez en honor a sus hazañas en la batalla de Palo Hincado y luego se colocan los cañones que hoy hacen que la gente solo hable del parque de los cañones.

La Basílica de la Santísima Cruz de El Seibo

Es el monumento más importante en esta ruta de turismo histórico a la ciudad Santa Cruz de El Seibo. Una reliquia arquitectónica de estilo victoriano. Se trata de la Basílica Santísima Cruz, una de las diez principales iglesias de América Latina, la tercera fundación hecha por los españoles en el Nuevo Mundo. Comenzaron a construirla en el año 1506 y se culmina en 1556. Forma parte por ley del Patrimonio Arquitectónico de la República Dominicana. Es una mini basílica que recibió como reliquia un pequeño trozo de la “Vera Cruz”, astillas del madero en que murió Cristo. En esta iglesia estuvieron los restos de Pedro Santana, tres veces presidente de la República.

Salto de agua Cascada Blanca

Esta está formada por cinco cascadas escondidas en los bosques de pedro Sánchez, el Seibo, se localiza a 19 kilómetros de el Seibo y a 149 kilómetros de Santo Domingo. Esta sensacional cascada tiene aproximadamente 75 metros de caída al agua y es un verdadero espectáculo de la naturaleza, con su caída nace el rio Seibo y desemboca en el rio soco en san pedro de Macorís. Esta cascada es la fuente de agua de la comunidad por tal razón los lugareños mantienen la zona reservada.

Salto grande es muy visitado por turistas y aventureros que le gusta estar en contacto con la naturaleza. El denso bosque que la rodea hace que no sea posible tomarle fotos al conjunto de cascadas.